¿A dónde van los ruidos de la guerra cuando esta se acaba? Los ecos del estruendo de la batalla quedan latentes en la memoria de los vencidos que sobreviven sometidos al poder de los intrusos. Es cuestión de tiempo… Siempre ocurre de la misma manera. El impacto de la virulenta tormenta de muerte, destrucción y fractura de la estructura social del pueblo sometido se comprime en la memoria de las mujeres y niños, hasta que, como por acción de un resorte natural, es devuelto a manera de la resaca de una potente marea contra los opresores. Las Troyanas simbolizan el espíritu de las mujeres que, desposeídas a la fuerza de sus seres queridos, inician la reconquista de su libertad con las únicas armas que disponen: la fuerza de su amor, su orgullo y su dignidad.
Y mañana sábado 17 de octubre, es el turno de Segundo Acto, con "El burgués Gentilhombre", de Molier.
Aunque la mona se vista de seda... o el hábito no hace al monje. Pretender alcanzar el grado de noble aristocrático a base de talonario, sin haber mamado de la teta del arte y la ciencia, no es más que la manera de asegurarse un rotundo fracaso social, por no hablar de la de granjearse el escarnio de la propia clase aristocrática y la mofa de la burguesía. Demasiado caro le sale a este nuevo rico (Monsieur Jourdain) ridículo e ingenuo, su plan de convertirse, de la noche a la mañana, en un distinguido y elegante noble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario